
Consulta personal
Contrata una sesión personal de lectura de tu carta natal con Aripka Maia
Contrata una sesión personal de lectura de tu carta natal con Aripka Maia
La luz de las estrellas que hoy vislumbras en nuestra bóveda celeste es el reflejo de lo que alumbraron nuestros ancestros hace miles de años. Esas estrellas que hoy vemos ya no están más ahí. La luz viajó millones de años para llegar a nuestra bóveda y lo que hoy vemos es un cielo que ya pasó. Por esto mismo, la astrología ya es pasado y por eso he creado una nueva forma de ver la astrología que se llama:
A través de esta mirada vanguardista te enseño que la astrología es un mapa, un GPS que Dios ha brindado a la humanidad para que ésta recupere su origen y sepa cómo volver a la fuente divina universal.
El hombre se ha perdido a sí mismo en medio del camino y la herramienta de la astrología te ayuda a volver al camino verdadero de tu ser. Es el GPS que tiene las coordenadas para que el ser humano retome el camino de regreso a esa fuente.
Una vez que el ser humano ya conoce el camino y se conoce a sí mismo, la astrología deja de tener efecto en él, porque, cuando se conoce el camino, ya no es necesario el mapa.
La Astrología interdimensional te enseña sobre la convergencia y reunión de todas esas dimensiones, las constelaciones y planetas, que navegan dentro de nosotros para que unifiquemos todas esas dimensiones en nosotros.
Las constelaciones, se presentan ante nosotros para acompañar con su sabiduría (la que han cuidado por eones) para ayudarnos a integrar aspectos del origen que somos y que hemos olvidado.
Esas estrellas son ancestros del pasado que llevan en sus átomos la historia de todo el universo.
Cada ser humano que nace en este planeta es guiado por esa energía y el mapa de la bóveda celeste se imprime en nuestras células el día en que nacemos. Las combinaciones de los planetas y las constelaciones del cielo, y sus emanaciones, interactúan con nosotros y nosotros con ellos.
A través de la Astrología Interdimensional no hablaremos de cómo es un signo o el otro, hablaremos de la sabiduría proyectada de cada constelación y estrellas. No hablaremos de cómo es la energía en base al estudio de cómo el ser humano vive la energía, sino que intentaremos acercarnos en profundidad a la energía en bruto del signo, ya que, lo que estamos viendo hoy en día en la humanidad es una lectura hibridada de la energía, puesto que, el humano aun se vive en dualidad a sí mismo y eso hace que la energía también se polarice.
Desde el momento en el que naces el esquema del cielo de ese día de tu nacimiento queda impreso en tu ADN. El mapa comienza a operar en ti como una brújula guía que tendrá un único propósito: Hacer que regreses a tu origen.
Ese es el único propósito de las estrellas para con nosotros: Recordarnos nuestro origen.
Los antiguos atlantes (que luego fueron los que hoy conocemos como antiguos egipcios) supieron que las estrellas y constelaciones eran guias para el ser humano. Ellos supieron leer los ciclos en base a la observación del cielo y algo mucho más profundo y metafísico. Ellos conectaron con la esencia de cada región de esta galaxia, por eso pudieron distinguir que simboliza cada constelación.
Ellos trasladaron el conocimiento desde Atlántida hacia Egipto y lo dejaron inscripto en el templo de Hathor, el templo de Dendera. Ahí es donde se encontró todo el mapa del zodiaco impreso.
Es curioso que sea la Diosa Hathor, madre de todos los cielos, quien sostiene la bóveda en el zodiaco de dendera. Y es curioso que en el año 1531 haya venido al mundo otra madre a recordárnoslo. Ella fue la virgen de Guadalupe que volvió a traer el mensaje de que es ELLA, la madre que alimenta y nutre todos los cielos, la que lleva las estrellas en su cuerpo.